Abrir la mente, el corazón, los días.
La vida no puede ser existir, vegetar, pasar los días sin más.
No puede ser quedarse atrapado en convenciones e inercias, en un mar de conformismo, en la aceptación serena de cómo son las cosas.
La vida es luchar, es soñar, es imaginar algo que aun no está y lanzarse a conseguirlo.
Es equivocarse y acertar. Es dejarse golpear por las palabras, por las noticias, pero también dejarse acariciar hasta el extremo.